¡Por fin lo he hecho!¡Ya he subido la duna más alta de
Europa!
Una mañana gris de agosto, me enfrenté a la gran montaña de
arena, y con un poco de esfuerzo y un leve dolor en los gemelos, pude disfrutar
de las vistas maravillosas que ofrece la cumbre de la Duna del Pyla. Por un
lado la Bahía de Arcachon y el océano Atlántico, por el otro, un inmenso bosque
verde sin una sola edificación, y de frente, arena y más arena. Algo
impresionante.
Durante la subida, los turistas que elegimos no utilizar la
escalera, compartimos suspiros de ánimo, y una vez arriba, cada uno desenfundó su
cámara para capturar la belleza, con la que una vez más, la naturaleza nos
deleita.
El contraste del verde del bosque frondoso, con el beige de
la arena de la duna, nos traslada a un oasis en medio del desierto, pero de
pronto, al girar la cabeza, la inmensidad del océano nos deja sin palabras… Y
piensas en la perfección natural, y en lo pequeño que eres frente al mundo, y
cuando estás metido en tu reflexión interna, alguien llega por detrás, y te
empuja para acabar como una croqueta. Carcajadas garantizadas.
precioso marianica! :)
ResponderEliminarbesos!!
Gracias Pop!!! Me alegra que te haya gustado, el sitio es realmente algo maravilloso!
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