jueves, 27 de septiembre de 2012

Despedidas

A nadie le gustan. Son tristes, duras y parece que duran una eternidad.

Desde el mes de Mayo empezaron a llegar poquito a poco, y todas ellas me provocaron la misma sensación, como si me arrancaran algo en mi interior.

No me gustan las despedidas, en absoluto. Y menos aún cuando estoy viviendo en el extranjero. Cuando estás lejos de casa los sentimientos se intensifican, la falta de un apoyo cercano, como el de tu familia, te obliga a ser fuerte y a aguantar el tipo en momentos difíciles, pero a veces tu cuerpo cede, y te derrumbas, y empieza el llanto, el desahogo.


Aunque también hay que decir que todo tiene su lado bueno. Al despedirnos de alguien, tomamos consciencia del sentimiento real que se tiene hacia la persona, y muchas veces nos llevamos una alegría de cuán importante es.

Por otro lado está la incertidumbre del "¿Cuándo nos volveremos a ver?" Pero aunque sea duro de pensarlo, esa frase implica las ganas que tenemos de volver a ver a la persona que dejamos.

Las despedidas, por tanto, son duras, pero también emotivas y bonitas... yo, en especial, siempre recordaré aquella en una estación de tren...

Para terminar, sólo quiero decir a todos aquellos de los que me he ido despidiendo a lo largo de éste año, que os echo de menos.

martes, 25 de septiembre de 2012

Frustración.

¿Alguna vez habéis visto el vestido perfecto para una boda (aceptamos también la cazadora de cuero perfecta, o los zapatos de salón perfectos para el fondo de armario) y os habéis enamorado y cuando preguntáis por vuestra talla, no sólo resulta que no queda en la tienda, si no que no queda en ninguna tienda?

Pues esto fue lo que me ocurrió el domingo, mientras llovía a cántaros en Londres, me enamoré de un vestido del escaparate de Reiss en Brompton Road.


Mi acompañante, muy comprensivo, al ver mi cara de emoción, insistió en que me lo probara, y ¡Vaya!  Ni uno de mi talla.. ¡Mi gozo en un pozo!

La dependienta, llamó a no se cuantas tiendas para intentar encontrarlo, y nada de nada.
Y de verdad la sensación fue totalmente de frustración.
Yo ya me estaba imaginando con mi vestido, unos buenos tacones, una cartera y un tocado...
Eso si, quien crea que no me pondré ese vestido para la boda de mi querida amiga, está muy equivocado...¡Ese vestido será mío!


 
 

jueves, 20 de septiembre de 2012

Confesión de última hora

Mucho tiempo me he estado mordiendo la lengua, pero ya no puedo más y el tiempo en Londres me obliga a confesarlo...

Este fue mi autoregalo de cumple en las rebajas de Pia-Pia, una boutique multimarca del Pyla (Arcachon, Francia) de la que estoy enamorada.


 
Los firma la marca francesa Mellow Yellow, y cuando los vi pensé: "Tienen que ser míos", y cuando pregunté el precio, me dije: "¡Son míos!" Estaban rebajados al 50%, y era una de esas cosas que te pasan una vez en la vida y no puedes dejar pasar (igual soy un poco exagerada, alguien me lo estará pegando...).

En fin, que hasta ahora no me los he podido poner, pero algo bueno tenía que tener el tiempo londinense. Así que ya me he calzado mis nuevos botines, ¡y tan pichi me he ido a la calle!

jueves, 13 de septiembre de 2012

De intelectual

Me encantan esos días en los que me creo super intelectual con mis planes, si, pero la verdad es que la mañana que he pasado no me ha podido gustar más.

Como aún no he retomado las clases ( No porque no quiera, si no porque no me han dejado), me he levantado con ganas de arte, y cuando esto me pasa, siempre pienso en la Saatchi Gallery.

Esta galería de arte situada en King's Road es mi preferida de Londres, cada vez que voy descubro nuevos y maravillosos artistas.

 
Así que allá me fui con bici, y una nueva exposición, Korean Eye 2012, no me dejó indiferente. De los diferentes artistas koreanos expuestos, me quedo con Hyung Koo Kang, y su retrato de la Madre Teresa de Calcuta.
 
 
La forma en la que el pintor utiliza el óleo sobre aluminio me pareció digno de admiración.
 
Pero el resto de artistas me sorprendieron igualmente. Aquí os dejo una muestra de las obras que más me impactaron.
 


 
 
 




 
Después de admirar tanta obra de arte, decidí sentarme en una terraza soleada en la Duke of York Square a tomar un café y plasmar mis impresiones sobre la exposición en papel.
 

 
Dando un paseo, entré en una librería, y como casi siempre me suele pasar, no pude salir con las manos vacías. Cuando vi el libro de retratos de Steve McCurry no me pude resistir. Os sonara su nombre, es uno de los mejores fotógrafos periodísticos de la historia, autor de esta famosa foto que dio la vuelta al mundo.
 
 
Y ya para terminar, paseito en bici, con el río de compañía,hasta  llegar a casa.
Una buena mañana, ¿No?



lunes, 10 de septiembre de 2012

La vuelta al cole de una aupair


Todos los años por estas fechas la vuelta al cole se convierte en el tema de la temporada. Incluso en los telediarios se informa cómo se desarrolla el fin de las vacaciones para los niños y sus madres (¡Aunque para algunas es más bien el comienzo de éstas!), pero ¿Y cómo es la vuelta al cole para una aupair?

En mi caso la vuelta al cole si que supone, en cierto modo, el comienzo de mis vacaciones, ya que he pasado todo el verano con los niños. Retomar la rutina, disponer de 7 horas al día libres para ti, retomar las clases de inglés, y volver a disfrutar de la maravillosa ciudad que es Londres, hacen que mi vuelta al cole no sea tan dura...

Sin embargo, mi caso es excepcional, ya que normalmente las aupairs llegan en Septiembre para pasar con la familia el curso escolar.

Estos primeros días de colegio, a la salida veo a las nuevas niñeras recién llegadas con caras de miedo, recogiendo a los niños que cuidarán durante el curso con desconfianza, y sin saber aún muy bien como tratar con ellos.

Desde aquí me gustaría darles unos consejos a aquellas que han empezado su aventura de aupair.

Durante el primer mes, los niños seguramente quieran probaros, ver cuáles son vuestros límites, y sin duda habrá momentos de desesperación. Yo recomiendo que intentéis ser dulces en todo momento, incluso cuando haya que echar alguna bronca, e intentar gobernar sola la situación, sin recurrir a los padres desde el primer momento. De esta forma demostrareis a los niños vuestra autoridad, y verán que pueden confiar en vosotras.

Como todo aquel que se va al extranjero, habrá momentos duros, de morriña, pero en nuestro caso hay algo que complica un poco más la situación, y es que estamos viviendo con una familia que no es la nuestra. Si bien contamos con nuestra libertad para entrar y salir cuando queramos, no hay que olvidar que estamos en SU CASA, y por tanto, esta libertad no es 100% real, ya que hay que adaptarse a su modo de vida.

Recomiendo mucho que, sobretodo al principio, paséis bastante tiempo con los padres, que cenéis con ellos y compartáis conversaciones para que os conozcan bien. Estos padres necesitan tener confianza en la persona que va a cuidar a sus hijos cuando ellos falten, y sin conoceros bien, no estarán del todo tranquilos.

Desde mi punto de vista, es importante también hacer amigas que también sean aupairs, ya que en los momentos de frustración serán las únicas que realmente sepan comprenderte y aconsejarte. Yo sin ellas, este año, habría estado perdida.

Y sobretodo, ánimo, mucho ánimo! Espero que hayáis tenido suerte con la familia y los niños, y que cuando vuestra estancia termine, volváis a casa con buenos recuerdos y una grata experiencia bajo el brazo, y por supuesto, hablando mucho inglés.
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