26 de Julio de 2012
Pyla sur Mer
Mi muy querido Guiri:
En esta época soleada, en la que tanto te gusta ocupar las
costas sureñas y mediterráneas desde hace tantos años, me gustaría que
aprendieses un poco de las costumbres de los lugareños para dejar atrás esos “tics”
que tanto te definen.
Con esto quiero decirte, desde el más sincero cariño (ya que
no olvido que eres tú el que enriquece mi querido país cada verano) que es
mejor ponerse protección total y tardar en broncear, que ponerse rojo el primer
día como una langosta recién sacada de la cazuela.
Así mismo, me permito
darte algún consejo sobre tu estilismo. Esas sandalias de cuero con grandes
hebillas, por mucho que sean cómodas y te agarren bien el tobillo cuando te
pateas la ciudad, son, sin más ni menos, horrendas. Y el gorrito a lo Coronel Tapioca… Ahí no
tengo ni palabras para decirte cuánto me disgusta.
Por la noche, aunque veas que los lugareños toman copas de
ron o whisky sin parar, NO intentes seguirles el ritmo, tú no tienes el mismo
aguante. Y emborracharse de esa manera es un espanto…estás dando el cante. Y no
quiero hablar del balconing que tanto te gusta… Así que por tu bien, bebe con
moderación.
Creo que para una primera carta ya está bien, así que ánimo,
y demuéstranos que pese a tu rubio nórdico, puedes pasar como uno más!
Mariana
P.D.: Come con normalidad, que los pescaitos y los chipirones seguirán mañana en el mar.