jueves, 26 de julio de 2012

Mi muy querido Guiri


26 de Julio de 2012
Pyla sur Mer

Mi muy querido Guiri:

En esta época soleada, en la que tanto te gusta ocupar las costas sureñas y mediterráneas desde hace tantos años, me gustaría que aprendieses un poco de las costumbres de los lugareños para dejar atrás esos “tics” que tanto te definen.

Con esto quiero decirte, desde el más sincero cariño (ya que no olvido que eres tú el que enriquece mi querido país cada verano) que es mejor ponerse protección total y tardar en broncear, que ponerse rojo el primer día como una langosta recién sacada de la cazuela.
 Así mismo, me permito darte algún consejo sobre tu estilismo. Esas sandalias de cuero con grandes hebillas, por mucho que sean cómodas y te agarren bien el tobillo cuando te pateas la ciudad, son, sin más ni menos, horrendas.  Y el gorrito a lo Coronel Tapioca… Ahí no tengo ni palabras para decirte cuánto me disgusta.

Por la noche, aunque veas que los lugareños toman copas de ron o whisky sin parar, NO intentes seguirles el ritmo, tú no tienes el mismo aguante. Y emborracharse de esa manera es un espanto…estás dando el cante. Y no quiero hablar del balconing que tanto te gusta… Así que por tu bien, bebe con moderación.

Creo que para una primera carta ya está bien, así que ánimo, y demuéstranos que pese a tu rubio nórdico, puedes pasar como uno más!

Mariana

P.D.: Come con normalidad, que los pescaitos y los chipirones seguirán mañana en el mar.

domingo, 22 de julio de 2012

El atardecer del Pyla


Ya he abandonado mi amada Galicia para encontrarme, por segunda vez, en el Pyla, Francia.

La llegada no pudo ser mejor. Mis tres monstruitos me esperaban en la estación, y nada más verme en el tren, corrieron a mi lado hasta que éste se paró, y entonces, saltaron hacia mí para envolverme en besos y abrazos ¡Toda una bienvenida!

Pero, a  lo que iba. Soy muy fan de las puestas de sol (una romántica de pro), y la que he visto aquí, es una de las más espectaculares que he visto nunca.

El ocaso en el Bassin de Arcachon es algo maravilloso. El sol se pone al otro lado de la bahía dejando su estela naranja en el mar e iluminando todos los barcos fondeados.

Los pequeños escalofríos provocados por la brisa marina, los pescadores en el malecón, los paseantes de la playa, los últimos y valientes bañistas, y esa enorme esfera naranja que se esconde… una vista maravillosa que no te deja indiferente y que sólo quieres compartir con alguien especial… ¡Por eso lo comparto con vosotros!











lunes, 16 de julio de 2012

Vacaciones de Verano

Siento haber estado tan desaparecida estos días, pero mi excusa es muy buena.
Aquí estoy, en miña tierra galega, disfrutando de mis vacaciones de verano, que aunque algunos días diríamos invierno, lo que cuenta aquí es la mentalidad.

Las nubes forman parte del encanto gallego, en un mismo día puedo pasar de los vaqueros, a la mini falda, al   bikini y acabar con jersey y bufanda. Reconozco que hay días de desesperación, en los que solo quieres que  el sol salga para quedarse.

Pero sí, la tierra tira, y no hay nada mejor que tomarse el aperitivo en tu jardincito con vistas a la magnífica playa de San Jorge, darte un paseo por la calle Real sonriendo a las caras conocidas, recordar tu infancia jugando con tu sobrina o tomarte una buena copa entre amigos contando chistes malos.

Y cuando los días son buenos, son los mejores, y mi tierra parece el paraíso. La temperatura perfecta, el sol que te hace sonreír desde la hora del desayuno, los paseos por la playa, el agua que te corta la respiración, las siestas al sol, las eternas tertulias familiares en el jardín...

En fin, ¡Cómo en casa, en ningún sitio! Galicia Calidade













martes, 3 de julio de 2012

La mejor tradición británica

El sábado pasado disfruté con mi querida Marine, de la mejor de las tradiciones inglesas, el afternoon tea.
Ella ya me había avisado: "¡Mariana, no comas nada antes de ir!", y con toda la razón, no pudimos acabar...
¡Qué banquete!

Nuestro primer objetivo era tomarlo en Fortum&Mason, pero no hubo suerte al intentar reservar con tan sólo dos días de antelación, pero el Langham Hotel no nos defraudó. Este hotel de 5 estrellas nada menos, está recomendado en cualquier guía para tomar el afternoon tea, y no me sorprendió en absoluto.

El servicio fue impecable, y todo lo que tomamos delicioso.


Nos decantamos por el Aspreys Diamond Jubilee Afternoon Tea, con el que degustamos para empezar una finísima crema de limón, en lugar de los tradicionales sandwiches de pepino o salmón, unos canapés de foie gras o caviar entre otros, continuamos con unos magníficos scones con chocolate, naranja y pasas, con los que ya tuvimos que hacer un esfuerzo...


¡Aún faltaba degustar los pastelitos! ¡Qué maravilla! Los que más me gustaron fueron los de melocotón con jazmín y los macarrons de piña colada con Malibú... Una auténtica delicia.


Por supuesto, el té tuvo éxito también. Maríne se decantó por un arómatico té al jazmín, yo por el clásico green tea, que no me supo ni parecido al que tomo en casa...

El ambiente era magnifico, el pianista que lo daba todo tocando canciones maravillosas, los camareros atentos impecables, el matrimonio mayor que seguramente lleven toda su vida tomando allí el té, la sorpresa de un grupo de chicas a una amiga que se va a casar, la novia enamorada que da a probar un bocado de algo delicioso a su amor... ¡De película!



Y para terminar, solo decir que sin Marine, esto no habría sido lo mismo. Gracias por una tarde tan maravillosa.



Merci, Ma Belge, pour ce premier et magnifique afternoon tea que je n'oublierais jamais.
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