Ella ya me había avisado: "¡Mariana, no comas nada antes de ir!", y con toda la razón, no pudimos acabar...
¡Qué banquete!
Nuestro primer objetivo era tomarlo en Fortum&Mason, pero no hubo suerte al intentar reservar con tan sólo dos días de antelación, pero el Langham Hotel no nos defraudó. Este hotel de 5 estrellas nada menos, está recomendado en cualquier guía para tomar el afternoon tea, y no me sorprendió en absoluto.
El servicio fue impecable, y todo lo que tomamos delicioso.
¡Aún faltaba degustar los pastelitos! ¡Qué maravilla! Los que más me gustaron fueron los de melocotón con jazmín y los macarrons de piña colada con Malibú... Una auténtica delicia.
Por supuesto, el té tuvo éxito también. Maríne se decantó por un arómatico té al jazmín, yo por el clásico green tea, que no me supo ni parecido al que tomo en casa...
El ambiente era magnifico, el pianista que lo daba todo tocando canciones maravillosas, los camareros atentos impecables, el matrimonio mayor que seguramente lleven toda su vida tomando allí el té, la sorpresa de un grupo de chicas a una amiga que se va a casar, la novia enamorada que da a probar un bocado de algo delicioso a su amor... ¡De película!
Y para terminar, solo decir que sin Marine, esto no habría sido lo mismo. Gracias por una tarde tan maravillosa.
Merci, Ma Belge, pour ce premier et magnifique afternoon tea que je n'oublierais jamais.
No hay comentarios:
Publicar un comentario